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¿Qué tan seguido exfolias tu piel? Si bien, hay muchas personas que se aseguran de darle este "mantenimiento" a la piel, la mayoría no realiza esta actividad. ¿Qué beneficios conlleva la exfoliación? ¿Cómo puedo hacerlo adecuadamente? Aquí te contestaremos esas preguntas.
Nuestro cuerpo es maravilloso. Posee sistemas de reparación y mantenimiento que le permiten mantenerse tan saludable como sea posible. Esto incluye la piel, que naturalmente se asegura de eliminar sustancias nocivas, células muertas y otros desechos. Sin embargo, dado que vivimos cada vez más expuestos a la contaminación en el ambiente y a un modo de vida menos saludable, es bueno contribuir con nuestro organismo en el cuidado de la piel.
La exfoliación consiste básicamente en tallar o restregar la piel con un producto abrasivo adecuado para esta. Diciéndolo de otra forma, es "pulir" nuestra piel casi de la misma forma como pulirías la pintura de tu auto. Así como pulir la pintura de tu auto le otorga un nuevo brillo y logra que se vea más radiante, de la misma forma la exfoliación elimina las células muertas de la epidermis, se deshace del tejido superficial dañado y estimula la renovación natural de dichas células. El masaje realizado durante la exfoliación contribuye a eliminar la celulitis, a la vez que estimula la circulación. Todo se traduce en una piel más radiante, con más brillo y sedosidad.
Sin embargo, es muy importante tener cuidado al realizar el proceso de exfoliación, ya que de lo contrario, pudieras dañar tu piel. Es por eso que te recomendamos seguir estos consejos:
Nunca te exfolies en seco. Asegúrate de que tu piel siempre esté húmeda, de lo contrario, pudieras maltratar tu piel y resecarla en extremo.
Usa siempre el producto adecuado. Los productos para exfoliar la piel del cuerpo son muy diferentes que los que se usan en el rostro o los que se usan en los pies. Usar un producto muy abrasivo en el rostro, por ejemplo, puede tener efectos negativos y provocar irritación. También hay pieles muy sensibles que requieren exfoliantes más suaves.
Realiza un suave masaje durante la exfoliación. Esto estimula la circulación y contribuye a eliminar la celulitis.
No te exfolies si tu piel está dañada. Ten cuidado con las heridas, así como con las quemaduras en la piel, ya que pudieras provocarte una severa irritación con el exfoliante.
Humecta tu piel. Una vez realizada la exfoliación, asegúrate de remover bien el producto que hayas utilizado y aplica un producto humectante sobre tu piel limpia.
Si incluyes la exfoliación como parte de tu rutina de belleza, tu piel lo agradecerá luciendo radiante y tersa. Es recomendable hacerlo una vez por semana, y trata de que este proceso también sea un momento de relajación y confort para tu cuerpo.
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